miércoles, 22 de octubre de 2014

Habrá un día en el que las fotos ya no mostrarán más la realidad...


  Hace pocos días corría como la pólvora por Internet la historia de una diseñadora gráfica holandesa que ha simulado unas vacaciones en Asia. Logró incluso engañar a su familia publicando en redes sociales fotos manipuladas y realizando videoconferencias en decorados.
  Este experimento no es sólo una broma sofisticada ni una campaña viral de autopromoción. Zilla Van Den Born con las imágenes de su simulacro, recogidas en el libro Sjezus zeg, Zilla, invita a que reflexionemos sobre cómo la tecnología altera nuestra percepción del mundo.



Un buen ejemplo de esto es que muchos fabricantes de cámaras y teléfonos móviles no buscan que sus productos capten fotos o vídeos fieles a la realidad. Prefieren que capten imágenes atractivas. Para ello se valen de las herramientas que les proporciona una disciplina en auge: la fotografía computacional.
  Otro buen ejemplo de cómo algunas cámaras alteran nuestra percepción de la realidad lo encontramos en el iPhone 6. Cuando este teléfono de Apple detecta condiciones de luz complejas al hacer una foto, como puede ser tener el sol de frente, activa automáticamente el modo HDR. Sin que el usuario tenga control sobre esta función. Esta técnica fotográfica se basa en captar una ráfaga de imágenes para superponerlas mediante el uso de algoritmos. El resultado es una foto con más detalles de los que observa el fotógrafo en el momento de captarla.
  Otro caso que demuestra hasta qué punto se ha generalizado el trucaje de fotos en el mismo momento de hacerlas lo encontramos en otro móvil: el Samsung Galaxy Note 3. Con él se realizó la famosa autofoto colectiva de la ceremonia de los Oscar. Al captar una imagen con su cámara trasera el terminal suaviza la piel de los que aparecen retratados. Aunque podemos desactivar ese filtro, no deja de ser sorprendente que el teléfono por defecto capte una imagen manipulada en vez de una imagen fiel al original.

  Sobre el futuro de la fotografía computacional, Gutiérrez opina que “se están consiguiendo logros que ni se podían imaginar que se pudieran hacer”. Lo ejemplifica con el estudio realizado por su grupo de investigación en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Se trata de una técnica que permite captar un billón de fotogramas por segundo. “Esto es tan rápido que puedes ver la luz en movimiento. Podemos ver como viaja un pulso láser a través de una botella”, señala.

  Quizá dentro de varios años veamos cámaras en las tiendas que utilicen esa tecnología. Aunque hoy por hoy ni siquiera está clara su utilidad para el común de los mortales. Tampoco está nada claro si esas tecnologías cambiarán el propio significado de lo que hoy entendemos que es una fotografía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario