domingo, 3 de mayo de 2015

Teorías del humor



1. Agresión

La risa es fundamentalmente agresiva. En la formulación de Thomas Hobbes, nos reímos al detectar los errores, vicios, derrotas o desventuras de los demás, al sentirnos repentinamente superiores por comparación.

Esta teoría se centra en el aspecto interpersonal de la risa: yo me río de ti, y tú te ríes de mí. Explica muy bien las bromas crueles de los niños, las violentas peleas animadas de Tom y Jerry, la sátira, las caricaturas políticas y los efectos de control social que puede tener el ridículo.

2. Incongrugencia

La risa se produce cuando el sentido del humor detecta una relación sorprendente o inesperada entre dos elementos opuestos o dispares. Por ejemplo, en la broma-adivinanza, "¿Cómo se llama el bombero de Disneylandia? "Miqui Mau", se mezclan el concepto del fuego con el del célebre ratón animado de Disney mediante un mero parecido fonético: "Me he quemao"/ "Micky Mouse".

3. Catarsis

La risa es una descarga emocional que permite al cuerpo eliminar una excitación superflua o reprimida. Freud se refería sobre todo a temas tabú, como aquel tan necesario para la reproducción de la especie, pero que es difícil mencionar sin el empleo de eufemismos.

También se ponía el ejemplo de un momento de gran ternura amorosa en un escenario teatral que se ve interrumpido por una cabra traviesa (escapada de otra escena) que invade la privacidad de la pareja y comienza a comerse el vestido de la protagonista. El drama creado por la ilusión teatral se desvanece y el público revienta en una gran carcajada.

Esta teoría ofrece explicaciones interesantes de la risa nerviosa, del humor negro, verde y marrón, del "reír para no llorar".

4. Juego

El humor es una extensión del juego. Según esta visión, el humor nos permite jugar con los significados de las palabras, acciones y sucesos y así apartarnos de sus consecuencias serias para disfrutar de la vida un poco más. Teóricos como Michael Mulkay encuentran en los chistes y las actuaciones cómicas ciertas "señales humorísticas" (cambios en la entonación, pausas, secuencias rítmicas, incongruencias) que advierten al público que lo que se está tratando no es serio, que no tiene importancia, que es sólo un juego. Estas señales dan al público la licencia para reír y divertirse.

5. Dramatúrgica

La risa tiene que ver con los desastres escénicos que suceden en lo que Calderón de la Barca llamó el "gran teatro del mundo". Todos desempeñamos distintos papeles en los escenarios de la vida cotidiana, y cuando no conseguimos dar una buena interpretación, caemos en lo que se llama el ridículo, un fenómeno en el que el actor sufre, pero quienes lo ven de fuera pueden encontrar gracioso.

La diferencia entre la risa de un japonés, un español y un bosquímano dependen, en gran parte, de las definiciones culturales de roles sociales como una mujer, un hombre, un arquitecto, un director de banca, etc. Las torpezas a la hora de aparcar un coche, en la cultura bosquímana, no tendrían gracia alguna, por ejemplo, mientras que la mala puntería con el arco y flecha sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario