Un 5,5% de las consultas médicas en viajes están relacionadas con alergias al polen, a las picaduras de insectos y/o a los alimentos, según los datos de la aseguradora InterMundial. Para evitar que la alergia se convierta en un impedimento es importante seguir una serie de pautas, según recomienda esta aseguradora. Así, los alérgicos deben consultar su plan de viaje con el alergólogo, y una vez en ruta, llevar consigo los medicamentos prescritos, tanto los preventivos como los de rescate.
Ante casos de alergia a picaduras de mosquitos, avispas, abejas y otros insectos lo recomendable es evitar vestir con colores brillantes y aplicarse perfumes y aerosoles en el pelo, ya que los insectos se siente atraídos por ellos. Si se frecuenta la piscina, es aconsejable evitar la zona de duchas, donde suele haber avispas, y abstenerse de beber bebidas azucaradas si estos insectos vuelan alrededor. También es importante sacudir la ropa dejada en el suelo antes de ponérsela.
Las alergias a alimentos se han duplicado en los últimos diez años y ya afectan a más de dos millones de personas en España. No obstante, durante los viajes es más difícil que el viajero tenga un control exhaustivo de lo que come, si bien en vacaciones hay una mayor tendencia a bajar la guardia.
Para informarse del nivel de polinización de los destinos se puede consultar, entre otros, el portal de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde figura un calendario genérico mundial de polinización. En dicha página figura un enlace al recuento de pólones del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
Si se viaja a un lugar extranjero del que se desconoce la lengua y la gastronomía, el viajero puede acudir a la página web de Selectwisely y solicitar una cartilla informativa, que informa con ayuda de dibujos sobre los alimentos a los que el viajero es alérgico y que es conveniente mostrar en restaurantes y tiendas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario