Algunos animales como el buitre, el cóndor, el alimoche o el escarabajo carroñero, basan su dieta en comer carne muerta. Otros como el león, la hiena, el mapache, el cocodrilo, el tiburón o el oso, por poner algunos ejemplos, lo hacen ocasionalmente cuando la caza no ha sido buena.
Pero, ¿por qué pueden estos animales comer carne muerta sin enfermar y otros, entre los que se encuentran los humanos, sí que lo harían?
Pues porque estos animales están preparados orgánicamente para alimentarse de carroña, ya que están dotados de unos poderosos jugos gástricos capaces de destruir las bacteria y demás microorganismos presentes en la carne putrefacta, antes de que puedan causarles ningún daño.
En su momento, nuestros ancestros también fueron capaces de comer carne cruda y carroña sin que les ocurriera nada, gracias también a la fortaleza de sus sistema digestivo.
Ocurre que, con el paso de los años y merced a comer alimentos cocinados, nuestros jugos gástricos han evolucionado hacia un menor poder de corrosión. Y aunque siguen siendo muy potentes y pueden con el plástico e incluso metal, ya no están preparados para ingerir alimentos que contengan altos niveles de bacterias y otros patógenos.
Así que enfermaríamos al contraer infecciones por E. Coli, salmonella u otras.
Fuente: SaberCurioso
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