Gracie Hughes es una niña de dos años que se siente identificada con Elsa de la película Frozen, y no porque sea rubia y con grandes ojos azules como la princesa de Disney, sino porque ella también tiene que llevar guantes para cubrir sus manos, aunque no es por peligro a congelar lo que toca sino porque corre el riesgo de que sus manos se congelen debido a que padece una enfermedad conocida como el fenómeno de Raynaud.
El fenómeno de Raynaud es una alteración de la circulación de la sangre sobre todo en los dedos de las manos y de los pies, y cuyo origen está en que los vasos sanguíneos de estas regiones del cuerpo que se cierran, disminuyen su calibre y, por tanto, la sangre no llega bien a los dedos, que terminan adquiriendo un color pálido, cetrino, llegando a producir dolor.
Aunque podría parecer un fenómeno raro, lo cierto es que se produce de manera frecuente, más en mujeres que en hombres, siendo en niños una enfermedad poco frecuente, que más puede estar relacionada con otras enfermedades como por ejemplo la vasculitis, explicaba esta semana el doctor Jesús Tornero, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología y jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Guadalajara.
En los casos menos graves suele solo desencadenarlo el frío ambiental, aunque en otros casos como el de Gracie puede ser tan grande la sensibilidad a los pequeños cambios de temperatura, que puede padecer un ataque por estar en una habitación con aire acondicionado, tocando un helado o con una bebida fría.
En los casos menos graves suele solo desencadenarlo el frío ambiental, aunque en otros casos como el de Gracie puede ser tan grande la sensibilidad a los pequeños cambios de temperatura, que puede padecer un ataque por estar en una habitación con aire acondicionado, tocando un helado o con una bebida fría.
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