miércoles, 26 de noviembre de 2014

El bilingüismo nos hace reaccionar más rápido



  El cerebro de una persona bilingüe funciona como un semáforo. Cuando tiene que elegir una palabra, da luz verde al idioma que está usando y frena con una luz roja el término del que no necesita. Este proceso natural de selección, que hace centenares de veces al día, es como una gimnasia involuntaria que mejora su materia gris.

  La profesora Marian, de la Universidad de Northwestern, realizó su estudio con participantes de 18 a 27 años de edad seleccionados por la Universidad de Houston. 17 de ellos eran bilingües en español e inglés mientras que otros 18 solo hablaban inglés. "Elegimos estos idiomas porque es el bilingüismo más habitual en Texas, aunque suponemos que los resultados serían similares con otras lenguas", señala la investigadora.
  El trabajo, desarrollado a lo largo de tres años, partía de un experimento bastante simple. Después de escuchar una palabra en inglés, leída por una voz masculina con acento neutro, les enseñaban a los integrantes de ambos grupos un dibujo con cuatro objetos: dos cuya pronunciación es similar en inglés y otros dos que suenan totalmente diferentes. Por ejemplo, clown (payaso) y cloud (nube);candy (caramelo) y candle (vela) o pig (cerdo) y picture (dibujo). Mientras los participantes elegían el término correcto, el equipo de investigación revisaba el comportamiento de su cerebro a través imágenes por resonancia magnética.

  Cuanto más oxígeno o sangre fluye a una región, más esfuerzo realiza esa parte del cerebro. Los que solo hablan un idioma tenían más activadas las regiones de control de inhibiciones del cerebro que los bilingües, es decir, “trabajan más duro para encontrar las respuestas”, añade Viorica Marian, autora principal del estudio publicado en la revista Brain and Language
  “El cerebro de una persona que habla dos lenguas es mucho más flexible, enfrenta situaciones más complejas por lo que busca mejor las soluciones y acaba resultando mucho más ágil”, explicaba Patricia K. Kuhl,

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